Bebidas

Cada vaso de jugo, vino, cerveza o licor destilado es el resultado del cuidado y la química. Desde la selección de materias primas de calidad hasta los esfuerzos de garantía de calidad necesarios para mantener un entorno de producción y/o fermentación controlado y uniforme, la producción de bebidas es un proceso laborioso y detallado que puede descarrilarse fácilmente debido a la contaminación o al desequilibrio de parámetros químicos importantes.

Un desequilibrio del pH o un exceso de azúcares específicos (glucosa, fructosa, etc.), ácidos orgánicos (acético, málico, láctico, glucónico, etc.) y muchos otros, pueden marcar la diferencia entre un producto de alta calidad y una experiencia desagradable para el consumidor. Por estas razones, los productores de vino, las cervecerías, las destilerías y otros miembros de la industria de bebidas recurren al análisis químico para recopilar estos importantes conocimientos.

El análisis químico brinda la capacidad de probar varios parámetros y multiplicar muestras simultáneamente, lo que brinda a los laboratorios varias ventajas para evaluar la calidad de las bebidas. Estas tecnologías ofrecen más flexibilidad, precisión, simplicidad y resultados rápidos y exactos para reducir el riesgo de contaminantes y producir una bebida fermentada con un equilibrio químico más equilibrado.

Otras ventajas de los analizadores discretos y CFA de parámetros de calidad del vino de KPM Analytics incluyen:

• Gran capacidad de prueba (de 140 a 600 pruebas/hora, según el dispositivo)
• Límites de detección muy bajos
• Instrumentos totalmente automatizados y fáciles de usar

Estos análisis se pueden llevar a cabo en todas las etapas de la producción de bebidas, desde las materias primas (agua, frutas, maltas, etc.) hasta el control de calidad del producto terminado.